Muchas personas que padecen obesidad no le dan la importancia debida a este padecimiento y aún menos a enfermedades asociadas como hipertensión, diabetes e hígado graso.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, considera signo de obesidad un perímetro abdominal en hombres mayor o igual a 90 cm y en mujeres mayor o igual a 80. “El individuo vive su obesidad y acepta estar cansado, tener dolores en el cuerpo, fatigarse al caminar, pero lo que no sabe es que su corazón, pulmones, hígado, riñones, huesos y articulaciones están afectados por el exceso de grasa”, destacó el doctor Rafael Álvarez Cordero, especialista en obesidad y diabetes, en la celebración del Día Mundial contra la Obesidad, el 12 de noviembre.
Por esto, el estilo de vida o el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona puede traerle beneficios para la salud. De ahí la importancia de que el individuo con obesidad tenga claro que con menos kilos tendrá más vida, que un programa inteligente para bajar de peso le permitirá que sus órganos internos funcionen mejor, que la química de su organismo mejore, que se sienta más libre, que viva más y con mejor calidad de vida.
En esta línea, la alimentación es uno de los principales factores que favorecen la disminución de los índices de obesidad. Para este caso, se hace importante “reaprender” los hábitos correctos en alimentación, tomando en consideración las siguientes preguntas:
¿Desayuna?
¿Come 2 tazas de fruta diariamente y 3 tazas de verduras?
¿Bebe al menos litro y medio de agua natural?
¿Realiza al menos tres tiempos de comida al día?
¿Cambia el azúcar por algún sustituto de azúcar?
¿Elige pan integral en lugar del blanco?
¿Bebe agua en lugar de refresco?
Y por último, ¿camina al menos 30 minutos diariamente de manera habitual?
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