La limpieza del cerumen puede hacerse en casa, pero si hay taponamiento del oído, entre otros síntomas, se debe visitar al médico.
ASESORA
GLORIA EUGENIA TOBÓN
Otorrinolaringóloga
Adscrita a Coomeva Medicina Prepagada
La cera de los oídos sirve para protegerlos de bacterias, hongos y evitar que ingrese el agua o cuerpos extraños que pueden lesionarlo, pero cuando se produce mucha cantidad y esta se endurece, se puede taponar el oído, entonces es preciso extraerla.
La otorrinolaringóloga, Gloria Eugenia Tobón Arredondo, indicó que en caso de tener síntomas como hipoacusia (sordera), plenitud otical (tener tapados los oídos), tinnitus (percepción de un ruido sin nada externo que lo genere), prurito (rasquiña), dolor o vértigo se debe acudir al médico. En servicios de urgencias o primer nivel se utilizan irrigaciones con agua tibia, pero si la atención en salud la brinda un médico especialista, este extrae la cera en forma manual con curetas, aspiración o con pinzas diseñadas para ello. La audición retorna por completo después de extraído el tapón.
El procedimiento de la microsucción (aspiración) tiene la ventaja de que el especialista mira el canal auditivo por un microscopio, no causa dolor y es un método rápido.
AUTOLIMPIEZA
El cerumen de los oídos se puede limpiar en casa utilizando gotas de aceite (mineral, para bebé, de almendras, etc.), gotas medicadas para remover la cera o solución salina. La especialista indicó que los oídos solo se limpian en la parte externa (el pabellón y la zona posterior), no en el conducto auditivo, porque el oído mismo va sacando el cerumen.
10% de los niños reportan tapones de cerumen. Sucede también en adultos sanos (5 a 7%) y hasta en el 57% de adultos mayores.
Además, señaló que para limpiar la cera de los oídos nunca se deben utilizar instrumentos como ganchos y alambres, tampoco usar parafina (velas) ni lavados, porque puede lesionarse el conducto auditivo, perforar el tímpano o causar sordera. Igualmente, los hisopos (bastones o copitos de algodón) no deben emplearse para extraer el cerumen porque con ellos se puede lastimar el conducto auditivo o compactar la cera y, esto último, aumenta la posibilidad de que se produzcan tapones de cerumen en el oído.
Después de limpiar la cera, seque el oído completamente. Para ello se pueden usar unas cuantas gotas de alcohol en el oído o un secador de pelo en potencia baja y no muy caliente.
Gloria Eugenia Tobón afirmó que algunas personas producen más cerumen que otras porque presentan alteraciones anatómicas que facilitan la acumulación de cera. También algunas enfermedades dermatológicas hacen que el cerumen no se elimine espontáneamente. Por último, dijo que no es conveniente la utilización de protectores auditivos porque esto puede facilitar que se acumule la cera y se incremente la posibilidad de que se formen tapones.