Esta infección puede ser molesta y debilitante, pero si conoce qué debe comer durante la recuperación se podrá sobrellevar mejor.
Según el portal web MedlinePlus, la gastroenteritis se produce comúnmente debido a un virus, aunque también por una infección bacteriana, por comer en exceso, por tomar algún alimento en mal estado (intoxicación alimentaria) o, simplemente, por intolerancia.
Conforme con la Academia Española de Nutrición y Dietética, las primeras 24 horas en las que se manifiesta la patología es conveniente ayunar y, sobre todo, rehidratarse para reponer los líquidos y electrolitos perdidos con los vómitos y la diarrea. Pérdida de apetito, náuseas y malestar en el abdomen, son otras de las señales de alerta.
Lo ideal para la rehidratación es beber sueros orales e infusiones sin edulcorar (la manzanilla con anís verde va bien para reducir las náuseas), o agua con unas gotas de limón. Deben ingerirse unos dos litros. Para ello, se sugiere tomar dos cucharadas cada 5 minutos.
Después de las primeras 24 horas se recomienda empezar a comer poco a poco. Lo mejor es comenzar con un yogur rico en bífidobacterias, que ayuda a restablecer la flora intestinal deteriorada por la diarrea y es de fácil digestión.
Luego de que la infección haya pasado (de tres a cuatro días posteriores), la Academia Española de Nutrición y Dietética recomienda introducir una dieta blanda repartida en varias comidas frecuentes y raciones pequeñas, con alimentos fáciles de digerir y astringentes como arroz blanco, papas y zanahorias cocidas, pechuga de pollo asada o al horno, tortilla de huevo bien cocida y pescado blanco hervido o a la plancha.
Tenga cuidado con la fibra
Durante los primeros cinco días es aconsejable evitar frutas con mucha fibra como los kiwis o las ciruelas, con el propósito de no activar el tránsito intestinal. Tampoco se recomienda tomar café o té, debido a la cafeína y teína, respectivamente que estas bebidas contienen.
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