Este trastorno mental es uno de los más frecuentes en el mundo. Puede convertirse en un problema de salud serio, que desencadena sufrimiento y graves alteraciones del comportamiento.
Asesora:Ana isabel jiménez c.- Psicóloga, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada.
Sentía ganas de desaparecer. No lograba levantarse de la cama ni parar de llorar. La noticia de que su hijo mayor podía tener cáncer, la destruyó. Ni siquiera había una confirmación médica del diagnóstico, pero no deseaba saber nada más de la vida. Esta situación representa una reacción en la que la tristeza se convierte en enfermedad. Una afección más conocida como depresión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que este trastorno afecta a más de 350 millones de personas en el mundo. Se diferencia de las variaciones habituales de ánimo, porque es un problema de larga duración, acompañado de dificultad para relacionarse con otros, pérdida de interés, ansiedad y baja autoestima.
En ocasiones, esta enfermedad no se trata correctamente, pues es considerada por algunos como algo pasajero o como un asunto en el que nadie más debe entrometerse.
“La población colombiana no asume la salud mental como una prioridad. Muchos creen que visitar un psicólogo es sólo para personas que están ‘locas’. Desconocen que si una depresión no es tratada de forma adecuada, tiene consecuencias irreparables”, afirma la psicóloga Clara Arias.
Interviene la bioquímica
La depresión es el resultado de diversas interacciones entre factores sociales, psicológicos y biológicos. El trastorno puede ser generado por motivos relacionados con la dimensión afectiva del ser humano, como pérdidas emocionales profundas o problemas de autoestima. Sin embargo, la bioquímica también interviene en el desarrollo de esta afección.
Las personas que padecen una depresión, presentan altos niveles de cortisol, hormona que participa en el metabolismo y el sistema inmunológico. Esta variación afecta el equilibrio de agentes químicos que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores serotonina, dopamina y noradrenalina.
Estos niveles también se alteran debido a causas hereditarias. Es decir, si se recibe una formación basada en una visión triste del mundo, o si el crecimiento ocurre en un ambiente poco enriquecedor.
¿Qué hacer?
La atención médica oportuna y de forma rutinaria, concede el diagnóstico de una alteración física o biológica que genere depresión. Por eso, es importante llevar hábitos de vida saludable que influyan en un correcto desarrollo del cuerpo.
El ambiente que rodea a una persona que sufre este trastorno, es fundamental para lograr su rehabilitación. El cariño y la paciencia de los seres queridos son esenciales en un tratamiento que alcance la recuperación.
“Uno de los problemas más graves de las personas con depresión, es que abandonan las terapias. El apoyo psicosocial es básico para tratar la enfermedad. Además, es necesario ser consciente de que muchas veces tiene que combinarse con fármacos antidepresivos o psicoterapia”, señala el psicólogo Santiago Pérez.