Además de asegurarle una sonrisa armoniosa, las diferentes innovaciones en este campo de la salud oral apuntan a que la cavidad bucal sea funcional.
Asesor: Juan David Giraldo
Odontólogo ortodoncista y ortopedista maxilar
Para mantener una adecuada salud oral se recomienda visitar al odontólogo cada seis meses. ¿Pero cuándo llega el momento de ver al ortodoncista? Un especialista en esta materia, Juan David Giraldo Rincón, explica que generalmente el odontólogo es quien sugiere el tratamiento, según sea el diagnóstico.
Lo anterior, es importante para poder detectar tempranamente problemas en el aparato masticatorio. “El acompañamiento que se hace desde ortodoncia suele iniciar con un proceso de ortopedia maxilar. En niños de 5 años, más o menos, se observa cómo va el desarrollo y crecimiento de los maxilares antes de mirar la parte dental como tal”, señala Giraldo.
Por ejemplo, algunos hábitos de la infancia como comerse las uñas y succionar los dedos o los labios, entre otros, pueden ocasionar maloclusiones, es decir, problemas en la mordida. Por su parte, el procedimiento de ortodoncia se comienza alrededor de los 12 años, una vez se completa la dentición permanente. “En ocasiones se realizan procedimientos tempranos, en pacientes de 8 y 9 años, pero no son ortodoncias completas sino segmentadas, que pueden ir ayudando a una correcta mordida y erupción de los dientes”, aclara el especialista. Finalmente, son los diferentes estudios y radiografías las que indican cuándo empezar dichos procesos, pues no dependen tanto de la edad sino del grado de madurez y desarrollo de las raíces de los dientes permanentes.
Avances en las técnicas
Tanto la ortodoncia como la odontología en general se están apoyando en diferentes tecnologías digitales. Además de la conocida ortodoncia tradicional, hay otras opciones como la lingual (en la parte interna de la boca) y sin brackets. En esta última se utilizan unas placas termoformadas transparentes, diseñadas en computador tras haber hecho una impresión digital de los dientes. También, a través de un programa especializado, se planean cuáles son los movimientos que se van a realizar.
Pese a que la mencionada técnica suena sencilla, el ortodoncista reitera la importancia de contar con el acompañamiento permanente de un profesional en el tema, pues esta ortodoncia funciona diferente a las convencionales. “No sirve para todos los pacientes. Hay casos demasiado complejos en los que hay que hacer movimientos muy controlados y de esta manera no se obtienen los resultados deseados. Este tipo de ortodoncia sin brákets funciona muy bien y se conoce bien el tema, pero debe ser realizada por un especialista. Es necesario individualizar cada caso, hacer un estudio y plan diagnóstico”, destaca Giraldo.
Es fundamental que, con las debidas precauciones y protocolos, retome sus revisiones de salud oral, si las pospuso por la pandemia.
Algunas alternativas para prevenir
- Sin brákets: con placas transparentes, termoformadas, diseñadas por computador luego de un escaneo digital de los dientes.
- Brákets linguales: u ortodoncia lingual, son brákets colocados en la parte interna de la boca, opción estética y con viabilidad para tratamientos.
- Brákets metálicos: usan los elasties (o ligas de colores), se utilizan hace muchos años.
- Brákets estéticos: en materiales como cristal de zafiro y cerámica. Van por la parte vestibular de los dientes. Es la misma ortodoncia tradicional, más estética.
- Brákets de autoligado: incorporan un sistema que abre y cierra entre el alambre y el bráket. Disminuyen la fricción, ayudan a que los movimientos sean más rápidos y haya menos molestias.
- Brákets personalizados: con el mismo sistema para escanear dientes, se personalizan para los requerimientos individuales. Así se diseñan los alambres y se programan los movimientos.