La llegada de este mes, que es el de las brujas, puede provocar dolor de estómago pues los niños olvidan el límite. Los padres deben estar alerta.
ASESOR
JUAN ENRIQUE ÁNGEL
Pediatra
Se aproxima octubre que, más que el mes de los niños y sus disfraces, parece el mes de los dulces y el dolor de estómago. Es en esta época cuando los niños se olvidan del límite, de cuánto es prudente y es responsabilidad de sus padres guardar su salud y evitar visitas a urgencias.
Lo primero que hay que advertir es que siempre hay que mantener el control sobre lo que comen los niños, pues su dieta debe ser balanceada y en ellos los dulces deben cumplir un papel oportuno para el crecimiento y no ser, como en la mayoría de los casos, un inconveniente.
El pediatra Juan Enrique Ángel aconseja a los padres que tomen la autoridad sobre el mercado. “Muchas veces son los niños los que terminan diciendo qué se compra y qué no, desde ahí empieza la prevención, porque el único problema con los dulces no es el dolor de estómago”.
Para evitar problemas de salud el próximo 31 de octubre, salga con sus hijos a hacer el tradicional recorrido para pedir dulces, este es un consejo que se da, sobre todo, por seguridad, pero de paso le ayudará a controlar qué come su hijo, qué recibe; ayúdele a dosificar los confites.
En caso de que al niño se le vaya la mano con lo dulces, el pediatra recomienda brindarle mucha agua y suministrarle por uno o dos días una dieta blanda que ayudará a que el sistema digestivo se recupere, y en caso de dolor de estómago administrar algún analgésico, aunque recalca que siempre es mejor consultar al médico.
OTRAS DIETAS
No es un secreto, las nuevas generaciones buscan una alimentación más sana. Hoy, en los primeros controles de salud y crecimiento que se practican a los recién nacidos, médicos y enfermeras aconsejan que durante el primer año de vida a los bebés hay que darles comidas sin sal ni azúcares. El consejo de los pediatras es que esa tendencia se mantenga, así se evitan enfermedades como la diabetes o la hipertensión en la edad adulta.
“Es bueno tener una dieta baja en dulces. Si su niño está comiendo muchos, cámbieselos progresivamente por frutas y no lleve golosinas en el mercado”, dice Juan Enrique.
Es mejor cambiar un hábito cuando se es joven, cuando el organismo no está acostumbrado a toda una vida de dulces y sales. En la niñez, y aprovechando que en octubre hay que controlar los confites por temas de salud, es un buen momento para empezar •