Una persona que se come las uñas puede llegar al extremo de retirarlas hasta dejar la piel al descubierto. A este hábito se le conoce como onicofagia.
Por este motivo comerse las uñas con regularidad no es una acción normal y en algunos casos se trata de una enfermedad psicológica que requiere de atención médica.
Es así como además de afectar la forma estética de los dedos y la presentación de las manos, el portal webconsultas advierte que este mal hábito se asocia con un desajuste emocional de la persona que se manifiesta en estados de ansiedad, nerviosismo, angustias, estrés o presiones. Lo que puede producir paroniquia, una infección de origen bacteriano que también se conoce como uñero o panadizo, y desgastar los dientes o el esmalte de estos debido a la acción repetitiva de morder.
Sea leve o crónico, entonces, si una persona tiene la costumbre de morderse las uñas, es momento de que actúe para corregirlo. Recuerde que unas uñas sanas dicen mucho de alguien y evitan que las bacterias que están alojadas en los dedos pasen a la boca, produciendo alguna enfermedad.
Sobre las uñas
- Son láminas de queratina. Se sitúan en los extremos de los dedos de las manos y pies.
- Pertenecen a uno de los órganos sensitivos y más importantes: la punta de los dedos.
El morderse las uñas puede afectar la habilidad de sujetar objetos con las manos y el sentido táctil por el dolor que se siente por la pérdida de la uña.