La calidad del aire interior puede ser un factor de riesgo si padece enfermedades pulmonares. Tenga en cuenta qué puede hacer para mejorarlo.
En tiempos donde la ventilación de los espacios es vital para mitigar el riesgo de contagio por covid-19, se hace necesario mantener vías en casa por donde el aire circule constantemente. Sin embargo, hay un factor de riesgo que deben tener en cuenta principalmente las personas con enfermedades pulmonares como asma o alergias: la contaminación.
Aunque se suele creer que solo en exteriores se está expuesto a ella, por el humo de fuentes móviles, fábricas o partículas en el aire, también puede invadir espacios cerrados como hogares u oficinas. Incluso, según un informe de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), otros como electrodomésticos, mascotas, plagas rastreras o hasta algunos productos de limpieza pueden afectar la calidad del aire interior.
«Todas las personas son susceptibles a los efectos adversos de la contaminación del aire, pero quienes padecen enfermedades pulmonares crónicas como el asma lo son más», explicó Nadia Hansel, especialista en problemas pulmonares de la Universidad Johns Hopkins.
¿Cómo mejorarlo?
Productos como filtros o purificadores de aire pueden ayudar a mejorar la calidad del aire interior. Sin embargo, una herramienta útil es asegurarse que el aire interior pueda salir. Simplemente acciones como abrir las ventanas o balcones pueden reducir la contaminación interior.
Debe tener en cuenta que en el día puede haber picos de contaminación, por lo que abrir las ventanas en ese momento podría ser contraproducente. Es importante conocer las entidades que monitoreen la calidad del aire en su ciudad para saber cuándo es buena estrategia.
Otras medidas como evitar fumar en casa, evitar encender chimeneas con leña o dejar acumular mucho polvo y pelos de animales, también pueden ser de ayuda.
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