Si le encanta este sabor en sus comidas, le contamos qué implicaciones puede tener para su salud.
Resulta que millones de personas en el mundo lo consumen diariamente. Un artículo del diario británico BBC Mundo indica que en Turquía la gente come en promedio 86,5 g de chile al día, supera a México, que tiene un estimado de 50,9 g. Igualmente, el portal Medline, de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., confirma que el componente estrella es la capsaicina, responsable justamente del sabor picante.
Según el sitio web especializado en salud Web MD, ese ingrediente principal del ají puede contener las migrañas y dolores de cabeza intensos y una acción descongestionante en cuadros gripales y riníticos. También, existen estudios que sugieren mejoría de molestias por artritis y fibromialgia, tras el uso de cremas y lociones con capsaicina. Finalmente, el chile es fuente de vitaminas A, B, C y E; bioflavonoides y antioxidantes, que protegen las células contra la inflamación.
¡Cuidado al exceso de pique!
Así aparentemente lo tolere bien, evite sobrepasarse; esto puede terminar en dolor o ardor estomacal, vómito, diarrea, incluso hemorroides. En caso de “enchilarse”, es decir, irritarse con el picante, no tome agua sino sorbos de leche. Si evita la lactosa, ingiera pan. Si por el contrario tuvo contacto con sus ojos o piel, lávese bien con agua tibia.
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