La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune y neurodegenerativa por la cual el organismo se ataca a sí mismo desgastando la mielina de los nervios, lo que lleva a la interrupción o pérdida total de la transmisión neuronal.
Es por esto que quienes padecen la enfermedad terminan presentando alteraciones en la sensibilidad y teniendo dificultades para mover las extremidades. Sin embargo, gracias a los avances científicos que se han dado en el campo neurológico hoy en día es posible trabajar en la regeneración neuronal y lograr así un mejor pronóstico de la enfermedad.
Estimulando el cerebro es posible regenerar las neuronas que se han perdido por la enfermedad, aunque nunca vayan a ser las mismas de antes según explica el neurólogo clínico Alejandro Villarraga.
Con los ejercicios de estimulación cognitiva se logra fomentar la creación de nuevas conexiones neuronales, nuevas sinapsis que hacen que sea posible recuperar la función de la zona neuronal afectada. El aprendizaje de nuevos conocimientos y su puesta en práctica repetitivamente lleva a que la comunicación sináptica mejore en un proceso que se denomina plasticidad cerebral. Bajo este pilar, por medio de terapias neurológicas desarrolladas particularmente para enfermedades como la esclerosis es posible lograr la neurogénesis o creación de nuevas neuronas en el cerebro y que estas suplan lo que hacían aquellas afectadas.
De esta manera se logra reducir los efectos estructurales producidos por la esclerosis múltiple y así garantizar una mejor calidad de vida a quienes la padecen.
“Ahí es donde se puede ver de manera más clara la plasticidad, cuando otras neuronas que están alrededor empiezan a hacer lo que hacían las que ya no están”, explica el neurólogo Villarraga.