La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas para mantener un óptimo estado físico y mental.
Una investigación realizada por la Universidad Autónoma de Puebla, precisó que una persona padece insomnio cuando presenta situaciones de estrés o de cambio vivencial, también se asocia con enfermedades cardiacas, hipertiroidismo y neurodegenerativas como el Parkinson o Alzheimer.
¿Cómo mejorarse?
El tratamiento para el insomnio debe ser consultado por un especialista y para proceder, existen dos tipos de prácticas: farmacológica y no farmacológica.
Investigadores del instituto American Academy of Sleep Medicine Task Force revisaron varios análisis con la intención de desarrollar guías prácticas sobre el manejo de alternativas no farmacológicas para tratar el insomnio crónico. Se encontró que estas últimas producían un mayor alivio en algunos parámetros del sueño, en contraste con el tratamiento farmacológico.
Algunas terapias no farmacológicas recomendadas:
-Fije horarios. Determine la hora de dormirse, para así poder despertarse a la hora que desea sin complicaciones.
-Establezca un ambiente propicio. Mantenga su habitación oscura en la noche e iluminada en la mañana.
-Preocúpese por las condiciones ambientales. Esto implica la temperatura, el nivel de ruido y la comodidad de la cama y la almohada.
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