Vivir “bien o mal” depende de cada persona, de su forma de ser y de su manera de ver y vivir la vida.
Cada individuo ve el mundo desde su perspectiva y es esta la que al final determina los hábitos y maneras en cómo afronta las tareas y deberes que trae consigo cada día.
Jordí Duque Gómez, coach, asegura, que adquirir un buen hábito sí se puede, así como cambiar los que le hacen daño al organismo y la salud emocional. “Al crear cambios de hábitos e introducir unos nuevos, nuestros pensamientos generan unas conexiones neuronales distintas, que empiezan a cambiar las acciones”, explicó. (Ver nota Transforme un hábito en 21 días).
Examen de conciencia
Duque invita a cada persona a hacer el ejercicio de listar en una hoja las actitudes y prácticas que le generan bienestar y repetir el ejercicio con aquellas que no son tan positivas, para que de esta manera equilibre su realidad y tome decisiones que le permitan crecer como persona y profesional.
“Cuando optamos por cambiar algo en nuestra vida es porque esto nos genera insatisfacción, y deseo un mayor bienestar. Lo más importante en este tema es que exista una motivación para hacerlo, si no la tengo, voy a perder el impulso”, agregó Duque.
“¿Cómo quieres vivir?, ¿qué tienes qué hacer para vivir mejor? Esas son las preguntas de las que debe partir para empezar a tomar decisiones, si lo que desea es un mejor bienestar”.