La creatividad es una fortaleza que puede activarse desde la niñez. El juego es una de las estrategias para desarrollarla efectivamente.
Asesora Gloria Cecilia Casas – Psicóloga infantil, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada.
La creatividad es una capacidad que todos los seres humanos tenemos en mayor o menor medida, según sea desarrollada o coartada mediante las diferentes influencias que se reciben en el entorno, desde que somos niños.
De ahí la importancia de los estímulos que cuando niños recibimos en los ambientes familiar y escolar, pues son múltiples los beneficios que tiene desarrollar la creatividad. Se destaca, especialmente, estrategias como el juego a través de las que se logra el desarrollo de un pensamiento creativo o divergente, que sea además productivo y nos permita con mayor facilidad plantear soluciones a los problemas.
Esta creatividad puede ser desarrollada mediante actividades que involucren y estimulen sus cuatro operaciones más importantes: la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y la sensibilidad ante los problemas, siempre con un mensaje claro y preciso de que no hay una sola respuesta buena.
Algunas actividades que pueden ayudar a desarrollar la creatividad desde las operaciones planteadas son, por ejemplo, completar figuras de diferentes maneras, colorear paisajes con múltiples colores cada uno y combinar un grupo de letras para formar diferentes palabras, entre otras.
Existen numerosas actividades que contribuyen a estimular la creatividad de los niños, sin embargo, es importante tener en cuenta al momento de seleccionar aquellas que pueden ser más apropiadas, que estas se clasifican en actividades para niños que aún no han comenzado el aprendizaje de lecto-escritura y aquellos que ya saben leer y escribir.
Para quienes aún no leen ni escriben, se pueden plantear actividades de mesa en las que a través de dibujos o figuras puedan dar varias respuestas de solución a la misma actividad sin limitar el número de respuestas buenas. Un ejemplo de esto puede ser colorear varios pájaros de diferentes maneras, y elegir el que más les guste para los niños más pequeños. Para quienes ya han aprendido lecto-escritura, actividades como escribir la mayor cantidad de palabras que inicien por una letra elegida.
Algunos niños tienen mayor facilidad de aprendizaje visual, mientras que otros aprenden a través de estímulos auditivos, por lo cual, se recomienda tener en cuenta estas fortalezas al seleccionar las actividades para el desarrollo de su creatividad.
Cómo jugar a los disfraces de papel
Para el juego se necesita periódicos viejos, y sujetapapeles (también se puede usar cinta pegante).
- Los niños se dividen en parejas y tienen periódicos o papel cartón, y sujetapapeles.
- A la voz de «a las tres» un niño de cada pareja viste a su compañero haciéndole un disfraz de papel.
- Los sujetapapeles sirven para asegurar las hojas del periódico.
- Gana el que primero acabe de disfrazar completamente a su pareja.
- Solo se permite que queden a la vista la cara, las manos y los pies.
Opciones para activar la imaginación
Algunos ejemplos de actividades, según la habilidad que estimulan:
- Fluidez: se pueden realizar juegos enfocados en dar un mayor número de respuestas en el menor tiempo posible con palabras de una misma categoría.
- Flexibilidad: son aquellos juegos o actividades que tienen que ver con la capacidad de ver los temas, problemas y situaciones desde diferentes puntos de vista. Ejemplo: completar figuras o palabras con diferentes rasgos.
- Originalidad: inventar algunos símbolos que representen diferentes actividades como: silencio, no fumar, fútbol, entre otros. Diferentes a los convencionales.
- Sensibilidad: para fomentar la actitud crítica, para ver las cosas, personas y actuaciones como imperfectas y con posibilidad para mejorarse.
