Las náuseas y el vómito aparecen principalmente como un mecanismo protector para expulsar alguna sustancia nociva ingerida.
Sin embargo, también puede ocurrir debido a otras afecciones infecciosas o inflamatorias del organismo que no se relacionan con ese tipo de ingesta. El Colegio Americano de Gastroenterología, indica las causas comunes para sentir náusea y vómito:
- Medicamentos. Algunos fármacos, como los de quimioterapia para cáncer y las sustancias anestésicas son especialmente conocidos por provocar náusea y vómito.
- Infecciones del tracto gastrointestinal, que pueden ser producto de virus o bacterias. Están las infecciones de la vesícula biliar (colecistitis), apendicitis, hepatitis viral y diverticulitis.
- Infecciones fuera del tracto gastrointestinal, tales como neumonía, afectaciones de la vejiga o riñón, meningitis y de oídos.
- Toxinas bacterianas en los alimentos (intoxicación alimentaria).
- Embarazo.
- Mareo por movimiento.
- Intoxicación alcohólica.
- Inflamación de los órganos abdominales, por ejemplo, pancreatitis, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa.
- Migraña o jaqueca.
- Otros trastornos cerebrales y del sistema nervioso, entre ellos, tumores del cerebro, convulsiones, traumatismos cerebrales y esclerosis múltiple.
- Insuficiencia renal. Trastornos psiquiátricos, como ansiedad, anorexia nerviosa y bulimia.
- Dolor físico o emocional.
La recomendación es evaluar y tratar las consecuencias nocivas de la náusea y del vómito, tales como deshidratación o alteración de los niveles de las sustancias químicas de la sangre (desequilibrio de electrolitos). Luego, investigar las causas y, si esto no fuera posible, iniciar un tratamiento.
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