Se trata de una parte indispensable del cuerpo que, como el resto de la piel, necesita atención dermatológica.
Sabemos que la piel es nuestro órgano más grande y cuando se irrita, se obstruye o se inflama, presenta distintas molestias que deben tratarse inmediatamente. Pasa lo mismo con el cuero cabelludo. Según el Centro Nacional de Información Biotecnológica, la caspa (descamación de la piel) y la dermatitis seborreica (enfermedad cutánea e inflamatoria) son las condiciones más comunes que lo afectan.
Atender las siguientes recomendaciones para mantener un cuero cabelludo sano:
- El cabello se lava para remover grasa y sudor, sin embargo, también se hace como tratamiento para mejorar su aspecto. Puede lavarse todos los días sin problema con los productos adecuados para el tipo de cuero cabelludo. Es un mito que el lavado constante ocasione caída excesiva.
- Si el cabello es muy graso, alternar un champú de uso frecuente con uno para controlar la grasa. Así no se recarga el cuero cabelludo.
- Si se está usando un champú de tratamiento, dejarlo actuar mínimo cinco minutos antes de enjuagar. Si se usa uno tradicional, enjuagar de inmediato.
- La humedad prolongada en el cuero cabelludo puede dañar las membranas celulares. Después de lavarlo, exponer al viento o al sol, o si se prefiere hacer uso de un secador ubicándolo a 15 centímetros del cuero cabelludo.
- Tener en cuenta que la mala alimentación, el estrés y los cambios hormonales afectan el cuero cabelludo.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, “las escamas y la resequedad del cuero cabelludo se pueden tratar con productos de venta libre para la caspa o medicados (…) Buscar un producto que diga en la etiqueta que es para tratar la dermatitis seborreica. Estos productos contienen ingredientes como ácido salicílico, alquitrán de hulla, zinc, sulfuro de selenio, entre otros”. Si la condición empeora consultar con un dermatólogo.
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