Tener una buena higiene del sueño tiene un estrecho vínculo con la salud mental y física.
La falta de sueño es un problema que cada vez afecta a más personas. En Estados Unidos, por ejemplo, un tercio de la población adulta duerme menos de la cantidad del tiempo recomendado, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
Sin embargo, el Instituto aclara que tener noches esporádicas de poco sueño es diferente a tener un patrón prolongado de sueño irregular. Mientras una mala noche puede llevar a una persona a estar distraída y cansada al día siguiente, la constante deficiencia de un buen dormir puede afectar la calidad de vida, producir enfermedades cardíacas, presión arterial alta, diabetes, obesidad e incluso ciertos tipos de cáncer.
Hay algunos tips que pueden ayudarle a un individuo a tener un mejor descanso:
- Una rutina relajante. Prepararse para ir a la cama; por ejemplo, evitar las pantallas 30 minutos antes de ir a la cama, pues las luces artificiales que emiten le dan una señal al cerebro de que todavía se está activo. El ejercicio fuerte y las bebidas con licor también dificultan el conciliar el sueño.
- Las horas reglamentarias. Ir a la cama todos los días, a la misma hora, es un factor fundamental para ordenar el sueño.
- Disfrute la luz del día. Incluso en días de descanso, levantarse de la cama y pasar tiempo fuera. Los científicos aseguran que la luz del día es tan importante para la salud como la comida y el buen dormir. Una estrategia para conseguir el buen descanso es exponerse mínimo 30 minutos al día a la luz natural y bajar las luces paulatinamente en casa antes de irse a dormir.
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