Tras la intervención pueden presentarse efectos secundarios como dolor, hinchazón e inflamación en el área de la incisión.
También puede haber complicaciones que no se pueden prever: infecciones, sangrado excesivo, reacción a la anestesia o una lesión accidental. Ciertas personas corren más riesgo de contraerlas porque tienen otras afecciones médicas. Es importante que el paciente hable con su cirujano y le pregunte cómo se va a sentir y qué puede o no hacer los primeros días, semanas o meses después de la cirugía. La Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención Médica, indica cuáles son las dudas más comunes al respecto. Tome nota para consultarle a su médico:
- ¿Cuánto tiempo se estará incapacitado?
- Qué tipo de equipos y ayuda adicional podría necesitar el paciente cuando vuelva a casa?
- ¿Cuándo se puede volver a hacer ejercicio?
- Qué otras medidas se deben tener en cuenta.
Generalmente, el corte o herida de una cirugía, el médico la cerrará con sutura. También puede engrapar, cerrar con cinta o pegar. Con el cuidado adecuado, se convertirá en una cicatriz. El tamaño y la ubicación son importantes, sin embargo, se sugiere limitar la movilidad, estar atento a posibles infecciones que allí se presenten, mantener seca la zona afectada y quitar el vendaje cuando el cirujano lo indique.
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