Saber identificar los síntomas previos a un ataque o accidente cerebral es clave a la hora de enfrentar esta enfermedad y evitar las peores consecuencias.
Cuando se presenta un derrame cerebral o accidente cerebrovascular el tiempo es clave. Detectar los síntomas y actuar lo más pronto posible es fundamental no solo para evitar la muerte, sino también para disminuir al máximo los riesgos y consecuencias asociadas. Por eso, el mayor trabajo al que están apuntando el sector de la salud y los gobiernos es al de la prevención.
Desde hace algunos años en Estados Unidos se implementó una campaña y guías que permitieron que la enfermedad pasara de ser la tercera causa de muerte en ese país a ser la quinta actualmente. Se trata del protocolo FAST, que por su efectividad ha sido implementado como guía en muchos otros países.
Test de síntomas FAST
Los ataques cerebrales pueden iniciar de manera silenciosa o sutil, pero en poco tiempo puede ser fatal. El tiempo que clínicamente se tiene para lograr recuperar la zona y salvar las neuronas, luego de que se presenta una isquemia, o un evento mayor como un derrame cerebral, es tan solo de 6 horas. De aquí que la rapidez sea la palabra clave para actuar ante este tipo de accidentes.
Por eso, a lo que invita el test es a detectar a tiempo cualquiera de estos posibles síntomas y actuar:
Fase (Rostro) Adormecimiento o debilidad en el rostro.
Arm (Brazo) Pérdida de fuerza en brazo o piena, usualmente en un mismo lado del cuerpo.
Speech (Habla) Confusión o dificultad para hablar.
Time (Tiempo) Hora de llamar.
Si usted detecta alguno o varios de estos síntomas lo mejor es llamar inmediatamente al servicio médico para que sea trasladado a un hospital con servicio de neurología.
Acciones de prevención
Los accidentes cerebrales son la tercera causa de muerte en el mundo. Aunque su aparición está ligada a algunos factores de riesgo que no se pueden controlar como la edad, el género y la raza, existen otros que sí pueden tratarse llevando un estilo de vida saludable.
La actividad física puede reducir los riesgo de padecer un derrame o accidente cerebral en hasta un 30%. La recomendación de la OMS es mantener una rutina de 150 minutos de ejercicio moderado a intenso a la semana o 75 minutos de ejercicio de alto impacto.
El consumo de alcohol, cigarrillos o drogas también es un factor de alto riesgo para la salud de nuestro cerebro. Por eso es importante evitar o moderar su consumo.
Igualmente, la alimentación juega un papel importante, pues la obesidad aumenta el riesgo cerebrovascular de manera potencial. Mantenga una dieta balanceada que incluya verduras y frutas, favorezca el consumo de carnes blancas y limite el de carnes rojas.