La atención es un proceso cognitivo fundamental en el desarrollo del ser humano. La alteración de este proceso implica trastornos, como la heminegligencia.
Este ocurre generalmente tras lesiones o daños cerebrales, normalmente en el hemisferio derecho. Lo que implica que el paciente no responde ni se orienta por los estímulos que recibe en el entorno situado a su izquierda, lo que quiere decir que “este deja de existir”. Algunos tipos de heminegligencia son:
- Heminegligencia atencional o sensorial: se produce cuando la atención selectiva no es capaz de distribuir la atención en los estímulos presentes en el espacio externo (extracorporal); o aquellos referidos al propio cuerpo (personal). Se manifiesta como una dificultad para responder a un estímulo que está presente en el lado opuesto a la lesión cerebral.
- Heminegligencia espacial personal: está relacionado con el propio espacio corporal. Se observa, sobre todo, en pacientes que se visten solo media parte del cuerpo, hombres que se afeitan la mitad de la barba o mujeres que se pintan sólo la mitad de los labios.
- Heminegligencia intencional o negligencia motora: Consiste en la dificultad de distribuir la atención en las acciones o intenciones de nuestro cuerpo en el espacio.
- Heminegligencia afectiva: la conducta del paciente es como si no sucediera nada de importancia. En algunos casos, el paciente sabe de su hemiplejia pero no le importa; en otros el trastorno llega a ser mayor y existe un rechazo o maltrato hacia el hemicuerpo izquierdo (misoplejia).
Fuente: Estudio Heminegligencia visuo-espacial: aspectos clínicos, teóricos y tratamiento, de la revista Acción Psicológica
Ver también: ¿Qué ocurre en el cerebro cuando se da una apoplejía?