Al volver de un viaje de vacaciones, la piel es uno de los órganos que más sufre.
Los cambios de clima extremos son algunos de los factores que más alteran este órgano del cuerpo. Luego de un viaje de sol, playa y mar, por ejemplo, la piel sufre una fuerte deshidratación que la lleva a resecarse, perder flexibilidad y frescura.
De acuerdo con la Academia Española de Dermatología y Venereología —AEDV—, para recuperarla es necesario incluir una rutina de cuidado del rostro que comprenda limpieza con productos que tengan un pH no alcalino, tonificación e hidratación de la piel dos veces por día. En las mañanas es fundamental continuar usando un protector solar, mientras que en las noches se recomienda la aplicación de una crema nutritiva.
Para renovar las células de la piel del cuerpo se recomienda iniciar el tratamiento con una exfoliación y luego aplicar cremas hidratantes con componentes de efecto oclusivo.
Finalmente, mantener una buena alimentación, que incluya las porciones recomendadas de frutas y verduras, ricas en vitaminas y minerales, facilitará la recuperación. Algunos alimentos recomendados por su aporte hidratante son la sandía, pepino, agua de coco y tomates. La AEDV recomienda, asimismo, hacer una revisión de la piel con el fin de detectar manchas, bultos o lunares que hayan podido producirse en esta temporada, además, de consultar a un especialista.
Le puede interesar: Durante las vacaciones también hay que cuidar la salud