Monitorear las palpitaciones del corazón mientras se realiza actividad física es una forma sencilla de entrenar y fortalecer este órgano.
De acuerdo con el portal MedlinePlus, para ver los efectos directos del deporte en su corazón, es importante conocer su frecuencia cardíaca ideal, la cual varía según la edad de cada persona, con ella puede establecer rutinas a la medida que ejerciten por completo su sistema cardiovascular. ¿Cómo calcularla?
- Haga un breve descanso en medio del entrenamiento para tomarse el pulso. Coloque su dedo índice y medio en la parte interna de la muñeca opuesta, por debajo de la base del pulgar. Si prefiere hacerlo en el cuello, coloque su dedo índice y medio al lado de la manzana de Adán.
- Cuente la cantidad de pulsaciones que siente durante 10 segundos.
- Multiplique este número por 6 para que le dé las pulsaciones por minuto.
- Ubique su rango de edad y descubra cuál es su frecuencia ideal:
20 años de edad — 100 a 170 pulsaciones por minuto
30 años de edad — 95 a 162 pulsaciones por minuto
40 años de edad — 90 a 153 pulsaciones por minuto
50 años de edad — 85 a 145 pulsaciones por minuto
60 años de edad — 80 a 136 pulsaciones por minuto
70 años de edad — 75 a 128 pulsaciones por minuto
Si sus pulsaciones son menores, es posible que el ejercicio no sea lo suficientemente fuerte para favorecer a su corazón. Por el contrario, si su frecuencia cardíaca es mayor, es posible que le esté exigiendo demasiado a su cuerpo. Ante esto se recomienda consultar a un médico o solicitar asistencia a un profesional para establecer los niveles de exigencia adecuados según su objetivo, ya sea mantenerse en forma o quemar grasa.
Tenga en cuenta
La frecuencia cardíaca en reposo indica qué tan eficiente es el corazón a la hora de enviar sangre oxigenada al organismo, en un adulto promedio (de 20 a 50 años) este indicador oscila entre las 60 y 100 pulsaciones por minuto. Sin embargo, los latidos del corazón no son iguales en todas las personas, dependen del estilo de vida que lleve cada uno, por lo que compararse no es una buena opción.
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