Cuando un ojo no desarrolla su visión normal durante la primera infancia este es conocido como ojo perezoso.
A medida que los niños van creciendo, su sistema visual cambia hasta desarrollarse completamente. En una visión normal, ambos ojos terminan viendo de la misma manera, pero cuando un ojo resulta teniendo menor visión que el otro es cuando se presente la ambliopía o el llamado “ojo perezoso”.
Si esta patología se detecta a tiempo, durante la infancia, es posible curarla. Por eso, la recomendación es que hasta los 7 años de edad los pequeños visiten un oftalmólogo frecuentemente con el fin de identificar a tiempo cualquier patrón que pueda indicar un problema visual.
Durante esta etapa de la vida es posible estimular la visión y mejorar condiciones que se estén presentando en los pequeños, como la ambliopía o, la más común, miopía.
El tratamiento, según explica la Asociación Americana de Oftalmología, en un principio puede ser el uso de lentes que corrijan los errores de enfoque. Sin embargo, cuando no hay mejora con esta técnica, es necesario acudir al tratamiento con parches, por el cual se estimula la visión del ojo débil. En los casos en que se encuentran otras causas de la ambliopía más severas, como las cataratas, deberá acudirse a cirugía. Ver también El “ojo perezoso” puede corregirse.