Es cierto que la leche materna se puede conservar en el tiempo, pero ¿hasta cuándo y bajo qué condiciones? Conozca aquí las respuestas.
Luego de ser extraída, la leche materna sin pasar por algún proceso de pasteurización puede ser conservada a temperatura ambiente (entre 19 y 26ºC) hasta por cuatro horas.
El Ministerio de Salud de Colombia recomienda hacerlo dentro de un recipiente tapado, “con agua a un nivel que no cubra totalmente el frasco, en un lugar fresco y protegido de la luz”.
Dentro de la nevera, la leche puede conservarse por cuatro días, siempre y cuando el frasco esté bien tapado y se controle el frío adecuado que debe ser de alrededor de 4ºC. Por su parte, en el congelador, según explica la médica pediatra Carolina Gómez, puede conservarse por dos semanas si es una nevera con puerta única para refrigerador y congelador (-15ºC): y, entre tres y seis meses, si esta es con puertas separadas (-18ºC). En un congelador industrial (-20º) podría permanecer por 6 a 12 meses.
Asimismo el Ministerio recomienda no ubicar los frascos en la pared de la nevera, así como no abrirla de manera muy frecuente, “esto evita los cambios de temperatura que pueden ocasionar que la leche materna se contamine y descomponga”. Un buen lugar para almacenarla dentro del refrigerador es en la parte central trasera del mismo, pues allí se conserva mejor el frío.
Cuando se quiere usar una leche que ha estado congelada para su preservación, lo recomendable es ir descongelando sin romper abruptamente la cadena de frío. Pasarla primero a la nevera o refrigerador y luego terminar el proceso bajo un chorro de agua tibia o al baño María. En los casos en que ya ha estado caliente la leche, ésta no debe calentarse.
Tenga en cuenta: la leche materna puede almacenarse en bolsas con cierre a presión o en un recipiente de vidrio cuya tapa sea plástica. Para controlar su conservación y uso marque cada recipiente con una etiqueta en la que se indique la fecha de extracción.