La nicotina llega al cerebro 8 segundos después de haberse inhalado el humo del tabaco y su efecto es tan adictivo como la heroína o cocaína.
En la serie de boletines informativos Explorando la Mente, producida por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés) se explican las respuestas del cerebro a diferentes drogas, incluyendo la nicotina que es catalogada con un alto índice de adicción y como la que causa aún más enfermedades y muertes que todas las otras drogas de adicción combinadas.
Al fumar, los pulmones absorben la nicotina que pasa rápidamente al torrente sanguíneo y circula por todo el cerebro, donde imita la función de diferentes neurotransmisores que son los encargados de enviar los impulsos nerviosos al cuerpo.
Así, la nicotina imita o afecta la función de neurotransmisores involucrados en los movimientos musculares, la respiración, la frecuencia cardiaca, el aprendizaje, la memoria, el estado de ánimo, el apetito, entre otros; logrando afectar todo el cuerpo y generando peligros que ya se conocen como presión arterial alta, disminución del olfato y gusto, cáncer, ataques al corazón, derrame cerebral, etc.
Pero aun conociendo los riesgos para la salud, fumar tabaco sigue siendo un hábito frecuente porque la nicotina también tiene un gran impacto en el neurotransmisor llamado dopamina, encargado de estimular sensaciones de placer y gratificación que son sensación altamente adictivas, lo cual explica porqué dejar de fumar es tan difícil.
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