Aseo e higiene, un ritual para adoptar en la pubertad

Compártelo en:

Cuando se pasa de niña a mujer es clave adoptar ciertas rutinas diarias que son fundamentales para el bienestar.

Asesor: Isabel Acevedo – Ginecóloga

El ingreso a la pubertad supone muchos cambios en la mujer y uno de los principales radica en estar más pendientes de nuestros rituales de aseo personal. El aseo de la zona íntima es fundamental, conozca qué hábitos se deben evitar y cuáles se deben adoptar.

La transición de niñez a madurez supone cambios drásticos y en algunos casos incertidumbre. Es normal que las niñas se sientan desorientadas frente a los cambios que su cuerpo atraviesa, pues empiezan a presentar olores y flujos corporales hasta el momento desconocidos.

El aseo diario posibilita salud y seguridad. Es fundamental que las jóvenes entiendan las transformaciones de su cuerpo sin sentir ningún temor.

Para la ginecóloga Isabel Acebedo, lo primero es olvidarse del tabú en torno al flujo vaginal. “Es normal y deseable, tener un flujo claro e inoloro favorece el ambiente de esta zona del cuerpo”, explica. Añade que la sustancia no debe producir piquiña, ardor o prurito y para evitar esto es clave tener un buen ritual de aseo.

Para Acebedo, la consigna en torno a la limpieza vaginal es “menos es más”. “No hay que ser tan exhaustivos”, continúa, “la vulva tiene un mecanismo de defensa que la protege y excederse en el aseo puede, por el contrario, promover las infecciones”. La recomendación para la higiene de esta parte del cuerpo es lavar los genitales externos, “no debe utilizarse ningún jabón en la parte interna”, añade la experta.

A la hora de elegir un limpiador, tenga en cuenta que debe tener un pH inferior a 4.0, que es el que normalmente tiene la vagina. Un cambio en este indicador puede favorecer la aparición de bacterias, como la candida y la gardnerella, que son las más frecuentes. “La modificación del pH favorece un ambiente para parásitos como trichomonas y el contagio de enfermedades como VIH/Sida”, complementa Isabel Acebedo.

Aparte del aseo, la médico aconseja optar por ropa interior en algodón que no maltrate. Asegura que es fundamental para la transpiración normal de la vagina, porque “prendas licradas y apretadas aumentan la sudoración en general”. El aseo debe realizarse también con jabones con un pH inferior a 4.0, procurando que las piezas queden bien enjuagadas y sin residuos de limpiador.

“Para las niñas que practican deportes”, continúa Acebedo, “y utilizan ropa licrada, se recomienda que se cambien en cuanto terminen su actividad física”.

El protector diario, una solución para muchas mujeres, es opcional. “Si la paciente no experimenta irritación o ardor vulvar puede utilizarlo”, comenta. Además, señala que si se emplean no deben tener aromas, ni perfumes.

Una recomendación pertinente para los padres de familia es concertar una consulta de consejería con el ginecólogo de cabecera. Dicha asesoría evitará la confusión que puede generar en las niñas recibir consejos de parte de personas sin la preparación adecuada. “Esta cita debe ser consentida por ellas”, sostiene Isabel Acebedo, “de lo contrario se crea una relación difícil entre el médico y el paciente”

+ leídos

coberturas de salud
Seguridad, protección y atención de calidad con las coberturas de salud de Coomeva Medicina Prepagada.
noviembre 21, 2023
Cumplimos 50 años y celebramos cambiando vidas
noviembre 17, 2023
Mejora tus relaciones con los cinco lenguajes del amor
octubre 26, 2023

También te puede interesar

No todas las uñas son iguales. Las infecciones, nivel de fragilidad, o tolerancia al esmalte, hace que se deban tener...
Una mala alimentación, ya sea por exceso o insuficiencia de nutrientes, está relacionada con mayores riesgos de padecer cáncer.
Hasta los cinco años de edad hay un crecimiento y desarrollo en el cerebro, que no se volverá a presentar...