Sus causas pueden ser muy diversas, lo importante es encontrar una solución a tiempo, con el fin de evitar daños en los órganos y tejidos.
Según la Organización Mundial de la Salud se denomina anemia al descenso de los niveles de hemoglobina (Hb) y de glóbulos rojos en la sangre, teniendo en cuenta los valores considerados como normales para cada persona. Estos puede variar según la edad, el sexo y de otros factores como el estado físico y de salud.
Síntomas comunes
- Cansancio excesivo, o durante todo el día, aun habiendo dormido bien.
- Palidez de la piel y las mucosas, sobre todo en la conjuntiva del ojo, en las encías y debajo de las uñas.
- Manos y pies fríos, incluso cuando hace calor.
- Palpitaciones y dolor en el pecho.
- Mareos y dificultad para respirar con normalidad. La respiración suele ser acelerada.
- Presión arterial baja, debilidad y dolores de cabeza.
¿Cómo afecta al cuerpo?
El cansancio que provoca la anemia puede llegar a resultar incapacitante para quien la padece y dificultar la realización de las actividades de la vida diaria con normalidad. Igualmente, es importante tratar la anemia ya que, de lo contrario, como el oxígeno no llega adecuadamente a los tejidos y los órganos, estos pueden sufrir daños. De hecho, según un reciente estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar en Barcelona, España, el 61% de los pacientes con angina o infarto agudo de miocardio presenta déficit de hierro.
Tenga presente que para tratar esta enfermedad, lo primero que se debe hacer es averiguar la causa, para así realizar el mejor tratamiento, para ello es imprescindible acudir al especialista. En el caso de hemorragias digestivas, por ejemplo, puede ser necesario recurrir a la cirugía. O si la anemia es a causa de problemas en la médula ósea, podría estar indicado un trasplante de células madre de la sangre o bien un trasplante de médula ósea.
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