Se conoce como una alteración en la piel sin cura, de la que no se conocen sus causas, pero tratamientos como medicinas y algunas veces cirugía, pueden ayudar a su control.

Según el portal web MedlinePlus, se trata de un problema crónico de la piel, provocando que la cara se torne de un color rojo. Puede ocasionar hinchazón y úlceras cutáneas que lucen como acné.

Conforme con el Instituto de Dermatología Integral (IDEI), existen cuatro tipos de rosácea:

• Bultos (pápulas) o granos (pústulas). Se presenta por periodos que pueden durar de 3 a 6 meses aproximadamente e incluyen manchas rojas.

• Engrosamiento de la piel. El exceso de tejido a causa de la hinchazón puede producir aumento del tamaño de la nariz y nódulos superficiales irregulares (lesiones de tipo bulto).

• Ojos llorosos y rojos. Ocasiona lagrimeo y quemazón constante en esta área, al igual que hinchazón en los párpados y orzuelos recurrentes.

• Enrojecimiento facial. Es la afección más común, se presenta a partir de pequeñas manchas rojas en la cara, principalmente en la zona de los pómulos y la nariz.

La exposición solar suele ser el desencadenante más frecuente de esta enfermedad. La recomendación es utilizar protector solar. Así mismo, los entornos con temperaturas altas pueden aumentar el flujo sanguíneo y, en consecuencia, el rubor facial. Es recomendable evitar los saunas, baños calientes, mantenerse lejos de las fuentes de calor y de condiciones climáticas extremas.

En la dieta

Ciertos alimentos pueden resultar en brotes de enrojecimiento facial, como comidas picantes, calientes, productos lácteos como el yogur y el chocolate y ciertos zumos de cítricos.

Le puede interesar: Cuidados básicos de la piel