Tener una alimentación sana no depende de una dieta estricta que restrinja alimentos o comidas del día.
La clave está en tener en cuenta los siguientes consejos en su día a día, para así lograr que su alimentación se convierta en un hábito saludable. El programa de Salud Nutricional de Estados Unidos, Choose my plate, recomienda a los adultos:
- Llenar la mitad del plato con verduras y frutas. Muchas veces se incluyen en la dieta, pero no en la cantidad correcta. Este grupo alimenticio es el que mayor beneficio aporta a su salud.
- Tres porciones de lácteos al día: leche semi o totalmente descremada, yogur bajo en grasa y los quesos frescos, aportan el calcio que los huesos necesitan y son más saludables que otras bebidas con alto contenido de azúcar.
- No olvidar la proteína magra. Buscar carnes que no tengan un nivel alto de grasa, como el pavo, el pollo y algunos cortes de cerdo y res. Por lo menos dos veces a la semana ingerir pescados o productos de mar. Si no consume carnes, reemplazar por productos ricos en proteínas, como huevos, quesos, lentejas y fríjoles.
- Tomar el control de la cocina. Entre menos se coma por fuera más seguro se estará de lo que está ingiriendo. Optar por una cocina más natural, reduciendo los productos procesados.
- Dulces naturales. Si necesita un dulce después de ciertas comidas, optar por platos que la incluyan de manera más natural, como lo son las frutas al horno.
- Preferir los cereales integrales. Entre todas las harinas y granos, procurar que por lo menos la mitad sean integrales. Estos son ricos en fibras y en nutrientes indispensables para el organismo.