El alto consumo de azúcar aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades. Descubre cuáles son las más comunes.
Nuestro cuerpo necesita energía para realizar sus actividades cotidianas. Una de las formas de obtenerla es por medio de la comida, en especial del azúcar, una sustancia natural compuesta por fructosa y glucosa. Esta última es esencial para el funcionamiento físico y psicológico de nuestro organismo.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda ingerir al día 25 gramos de azúcar, alrededor de cinco o seis cucharaditas diarias, porción suficiente para que el cuerpo trabaje con normalidad. Sin embargo, la dieta de una parte de la población es alta en azúcares lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes.
Una de las mejores formas de prevenirlas es evitar los alimentos procesados, puesto que una gaseosa o mecato puede tener cinco veces la cantidad de azúcar que debes consumir en un solo día. Estas son las condiciones más comunes por el alto consumo de azúcar.
Las caries
La mala higiene bucal y el consumo de azúcar pueden afectar tu dentadura con la aparición de caries. Esta bacteria se alimenta de las sustancias azucaradas y daña la superficie y el esmalte de los dientes. Además, si no se trata a tiempo genera dolor y en ocasiones la pérdida de la dentadura.
Diabetes
Esta condición es una de las más famosas y comunes, pero con el consumo de azúcar la diabetes tipo 2 es la más propensa a aparecer. En este caso, el cuerpo no responde de la misma manera, por lo que aumenta la presencia de glucosa en la sangre y no se transporta a las células. Esto disminuye la energía y afecta algunas funciones del organismo.
Obesidad
El azúcar en grandes cantidades aumenta el peso de una forma desmesurada. Una de las recomendaciones es buscar un balance entre la alimentación y ejercicios, puesto que la mala alimentación trae consecuencias malas para el cuerpo.
Consejos para comer saludable
- Evita el consumo de alimentos altamente procesados como las gaseosas o el mecato.
- Consume frutas, verduras y jugos naturales sin azúcar.
- No agregues azúcar a tus bebidas o utiliza endulzantes naturales.
- Evita el consumo de embutidos.
- Aprende a leer el etiquetado de los productos que consumes.